Muchos cristianos cuando escuchan hablar al Espíritu santo igualmente se asustan tanto o más que ese campesino, para muchos es imposible creer que el nos hable. Los apóstoles tenían una relación muy intima con el espíritu Santo, el les hablaba de manera constante. V 29; Pablo dependía del Espíritu de Dios. Hechos 16: 6-7 ¿Por qué en la iglesia de los hechos se sentía tanto al Espíritu santo? Por que se sabía cómo funcionaba y como era el espíritu Santo. ¿Tu quieres tener al espíritu Santo? Pero te has preguntado para que lo quieres tener, ¿para tu propia comodidad? ¿Para qué es el Espíritu Santo? Isaías 61. Dios nos da el espíritu santo como nuestra ayuda para la obra de nuestro señor Jesucristo, Dios utiliza al Espíritu Santo para poder actuar a través de nosotros. V 35 Dios donde nos necesita: V 26. En el desierto donde podemos encontrar personas para Cristo, Dios ha preparado a su pueblo para poder vivir en el desierto si ninguna dificultad Que buscamos en el desierto: V 27. Personas adoradoras, o que estén dispuestas hacerlo, personas que buscan de Dios pero que están confundidas, necesitan de nuestra ayuda. V 30-31 Arrebatados por el Espíritu: V 39. El Espíritu Santo es maravilloso, si creemos en el, si nos entregamos a él, si lo dejamos actuar. Podremos experimentar como nos arrebata a los mismos cielos, podremos contemplar la hermosura de nuestro Dios. Prejuicios: muchos cristianos tienen el problema de creer en lo sobre natural pero maligno, si le dicen que en un determinado lugar hay espíritus malos, lo cree y tiembla del miedo, pero si le dicen que en un determinado lugar está el Espíritu de Dios no lo cree, y si dice que cree no lo siente, el ser humano esta mas predispuesto a sentir espíritus malos que espíritus de parte de Dios. Un hombre trabajaba como celador de un centro comercial ya hacia como mas de 20 años, siempre lo hacía de manera feliz y nunca temía a nada, hasta que un día le dijeron que en uno de los pasillos se aparecía el espíritu de una mujer muerta, desde ese momento nunca más volvió a pasar por ese lugar, el cuerpo se le erizaba de solo pensarlo. Si le hubieran dicho que en ese mismo lugar se aparecía el espíritu de Dios, no lo hubiera creído. Qué bueno sería que cada vez que nos hablen del Espíritu Santo también se nos irisara el cuerpo de solo pensarlo. El Espíritu Santo actuara en nosotros solo si lo dejamos, dispón tu corazón para que el te haga sentir maravillas. Si tú vas al culto pensando en tener un encuentro CON EL Espíritu Santo lo vas a lograr. ¡Solo créelo! |
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