Prosperidad: la verdadera prosperidad no es tener riquezas en abundancia, o diferentes bienes materiales, la verdadera prosperidad consiste en vivir bien con lo que se tiene, disfrutar cada momento de la vida, el que tiene mucho con lo mucho que tienen y el que tiene poco con lo poco que tiene. V 15 “como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos” Pablo les explica a los de Corinto, que él no les quiere mandar, solo les quiere mostrar con ejemplos claros lo que es, ser prospero. V 8 “No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.” Macedonia: un ejemplo de prosperidad, tomados de la mano de Dios. V 1 “Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;” Como ser gozoso y vivir en felicidad: · Generosidad: para ser gozoso, no se necesita tener bienes de sobra, solo tener un corazón generoso. V 2 “que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad” la generosidad no solo tiene que ver con lo económico, hay gente muy tacaña en ofrecer amor, o amisatd.les duele amar y dejarse amar, no seas tacaño para abrazar a tus seres queridos. · Un privilegio: la generosidad no solo debe ser dar, debe ser un privilegio, considerar ese acto como algo de mucho valor. “pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos” Solo inténtalo, hazlo, hay cosas que no podemos entender a través de las explicaciones, es necesario vivirlo, y esto es lo que pablo les dice, solo háganlo y compruébenlo por ustedes mismos. V 10-11 “Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado. Pablo siempre les había enseñado como vivir como hijos del rey de reyes, pero les faltaba un último detalle para conseguir la verdadera prosperidad, pero era un tema complejo, por eso primero les empieza a explicar algo; que tenían que tener en cuenta La actitud es muy importante en cualquier cosa que nosotros hagamos, a veces no es importante solo hacerlo, sino como lo hacemos, hay cosas que era mejor no haberlas hecho, dada nuestra mala actitud, si no lo hacemos no duele tanto como la actitud con que lo hacemos. 9: 5 “Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra” Dios no nos obliga hacer las cosas que él nos pide, el quiere que sea voluntario. Es cierto que hacer lo que Dios nos pide es de manera voluntaria, pero hay una regla que Dios maneja y es la siguiente: la ley de la siembra y la cosecha, lo que yo siembro es lo que yo cosecho; mucho amor y de buena calidad, eso es lo que cosecho pero multiplicado, o por lo contrario si siembro odio, rencor, falta de perdón eso es lo que cosecho y también multiplicado. 9: 6 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” El secreto de las buenas cosechas está en la preparación de la siembra, el campesino selecciona muy bien sus semillas, no siembra cualquier cosa. Si queremos tener prosperidad económica debemos aprender a sembrar. 9: 7 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” 1. 1. Un propósito: no debemos dar el diezmo o la ofrenda, por casualidad, nos acordamos cuando van a orar por los diezmos y sacamos del bolsillo lo que salga; claro, cuidándonos de no meter la mano en el bolsillo de los billetes grandes. Antes de ir al culto ya debemos tener un propósito claro de cuanto vamos a diezmar u ofrendar, y eso que propusimos en nuestro corazón se debe respetar y no cambiarlo a la hora de dar la ofrenda. Cada día debe ser conforme lo hayamos propuesto; que te propones hacer hoy, en esta semana o en este mes, no dejes las cosas al azar, cuando nos proponemos hacer algo lo logramos, propón en tu corazón ofrecerle a Dios un culto de adoración, madrugar a un anillo de seguridad, todas las cosas que hacemos deben tener un propósito definido y claro, de esta manera saldrán mejor. 2. 2. No con tristeza: si al momento de dar el diezmo o la ofrenda te duele es porque no confías, ni dependes de Dios, el dar con dolor algo que hemos prometido causa más dolor a la persona que lo recibe, que si no le hubiéramos dado nada. a Dios no le molesto la ofrenda de Caín, lo que le molesto fue la forma como se la dio. 3. 3. No por necesidad: cuando hacemos algo solo por necesidad, nos convertimos en interesados, recuerda que la necesidad hace que se tomen decisiones equivocadas, el vendedor hábil para poder vender algo, primero le crea al cliente una necesidad, y es por eso que al final el cliente queda endeudado y ni siquiera se dio cuenta de lo que hizo. Nosotros debemos vivir con alguien por amor, no por necesidad El resultado de saber sembrar, es que el dueño de la semilla nos va a dar, más para que de esta forma sigamos sembrando. Entre más frutos produzca la siembra, mayor será la próxima siembra, si esa regla se mantiene siempre viviremos en prosperidad, y abundancia en todo. 9: 10 “Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia” Conclusión: Para sembrar no se necesita tener primero la semilla, primero se debe tener la voluntad de sembrar y Dios dará la semilla, porque él sabe que uno no puede dar de lo que no tiene. 8: 12 “Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.” Recuerda Dios conoce nuestro corazón y de él no nos podemos burlar, no le pidas semilla para sembrar, si ese no es tu intención. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”
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