De nosotros los padres depende que las nuevas generaciones sean de victoria o de fracaso, que debemos hacer para ello.
1. 1. Conocer a nuestros hijos y sus propósitos: V 9-10 “He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. 2. 2. Prepárale el medio para que el llegue a ser un victorioso en lo que va hacer: V 5 “Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia. ”la victoria no consiste en hacer que la gente trabaje, más bien esta en construir el entorno en el que trabajar sea posible. Hay hogares donde vivir ya es imposible, por el ambiente tan pesado que se ha creado, trata de hacer de tu hogar un lugar de descanso, agradable para vivir. 3. 3. Prepara a tu hijo para ese entorno o ese medio: V 6 “Llamó entonces David a Salomón su hijo, y le mandó que edificase casa a Jehová Dios de Israel” muchos padres argumentan que todavía es un niño, y por esta razón no le exigen responsabilidades, no le prepares al niño un mundo para él, más bien prepara al niño para el mundo, este mundo es difícil y si tu eres de los que metes a tus hijos en una burbuja de cristal para protegerlos, recuerda que un día van a tener que salir de esa burbuja y enfrentarse a este mundo real, y si no está preparado será destruido. Recuerda tu y yo no somos eternos y nuestros hijos no nos van a tener toda la vida. 4. 4. Anímalo: de nosotros depende que nuestros hijos lleguen hacer lo que los padres queremos que ellos sean 4.1.En lo secular: V 11 “Ahora pues, hijo mío, Jehová esté contigo, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios, como él ha dicho de ti” nuestros hijos tal vez tienen muchos sueños, muchos propósitos, pero es necesario que nosotros como padres de alguna forma busquemos como orientarlos a escoger lo mejor. 4.2.En lo espiritual. V 12 “Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel, guardes la ley de Jehová tu Dios” de nosotros los padres depende la formación espiritual de nuestros hijos, si somos responsables por la vida de aquellos que se pierden sin que les hablemos, con mayor razón seremos responsables si nuestros hijos se pierden y nosotros no los orientamos. Ezequiel 33: 8-9 “Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano. 4.3.Explícale que la verdadera prosperidad proviene del conocimiento de la palabra: V 13 “Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes” seguir la palabra no es de cobardes, se necesita ser valiente y esforzado, para enfrentar la crítica y el ataque del mundo. 5. 5. Involúcralo en tu trabajo: V 14 “He aquí, yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová cien mil talentos de oro, y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás.” Es necesario que los hijos entiendan que lo que tenemos no nos cayó del cielo por obra de magia, es bendición de Dios, pero que también nos costó gran esfuerzo conseguirlo, de esta forma ellos un día podrán añadir su trabajo al nuestro, y no solo continuar con el trabajo, sino también mejorarlo cada día más. Hay personas que han sido muy buenos empresarios, pero que al morir sus hijos han acabado con todas esas fortunas, por la sencilla razón que sus padres nunca los involucraron en sus negocios, los, hijos quedaron con esas fortunas en sus manos pero no sabían qué hacer con ellas. 6. 6. Hazlo volar: V 16 “Del oro, de la plata, del bronce y del hierro, no hay cuenta. Levántate, y manos a la obra; y Jehová esté contigo” de nada sirve entrenar a un jugador si nunca se lo va a dejar jugar, si nuestros hijos van a ser la nueva generación de victoria déjalos actuar desde ahora. Que tu esfuerzo no sea en vano. Dales las herramientas, pero estimúlalos a utilizarlas, las águilas cuando hacen sus nidos, entre los materiales que emplean, están pedazos de palos, clavos y otros materiales punzantes; cuando el aguilucho crese si no quiere volar, el águila mese el nido provocándole dolor o incomodidad al aguilucho de esta forma lo obliga a saltar del nido para que aprenda a volar. Conclusión: Los hombres del mañana están en nuestras manos, tú y yo somos los diseñadores de las nuevas generaciones para el mundo cristiano y para el mundo secular.
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