Dios es un Dios de pacto, y Él creó el matrimonio como un pacto. Por eso, antes de que nosotros podemos entender qué es el matrimonio, necesitamos aprender que es un pacto. Sin el compromiso obligatorio de un pacto, un matrimonio es solamente una promesa en papel que las polillas y la herrumbre pueden destruir (Mat 6:19-20).

¿CONTRATO O PACTO?

Hace mucho tiempo, en muchos lugares del mundo, incluso la tierra que es ahora los Estados Unidos, el pacto era la forma normal de acuerdo entre dos personas. Parece que mientras las sociedades se pusieron mas civilizadas, olividamos como comportarnos hacia nuestros prójimos, y aún hacia nuestra pareja también. Mire la pareja en el matrimonio moderno, que viene con un acuerdo prenupcial. Al fin y al cabo, podemos probar el matrimonio, y si no funciona, no hay ningún riesgo a cualquiera.

¿Qué pasó con las palabras "para siempre, hasta que viene la muerte" de las promesas de boda? Si el matrimonio tiene que durar para que verdaderamente los cónyuges se hagan "una sola carne," entonces el matrimonio debe existir como algo más poderoso y comprometido para unirlos que una hoja de papel. Cuando Dios apareció a Abram, Él dijo "Y estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno…" ¿Qué podría hacer eterno un pacto o cualquier pacto o acuerdo con los hombres?

En un pacto, el concepto esencial es el compromiso. Un compromiso hasta la muerte. Si usted y yo estamos en pacto, y si usted tiene una necesidad, y yo puedo cumplirlo, no habría ningún pensamiento ni siquiera sobre "si yo debería?" Yo desearía satisfacer la necesidad aún al costo de no satisfacer a mis propias necesidades.

Los pactos normalmente se llaman "pactos de sangre." Esto es porque "cortar" (entrar en) un pacto requiere un derramamiento de sangre.

Los pactos de sangre son permanentes a causa del derramamiento de sangre. La sangre hace grabar en nuestra memoria un recordatorio constante del pacto en que entramos. No hay ninguna manera que podemos olvidar convenientemente a nuestro compañero de pacto.

Es un hecho bien conocido que sin sangre, es imposible vivir. "La vida de la carne está en la sangre..." (Lev 17:11). Quite la sangre de cualquier criatura, y usted ha sacado su vida. "...porque es la sangre por razón de la vida, la que hace expiación" (Lev 17:11). El sacrificio de sangre, ofrecido sobre el altar, ante Dios, lleva el pecado, y reestablece el pacto con Él. En el cristianismo, este sacrificio del pacto no viene de los animales, "Con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo" (1 Ped 1:19).

ANATOMIA DE UN PACTO

Los pactos fueron creados por Dios. La primera mención de la palabra pacto ocurre en el libro de Génesis capítulo seis, cuando Dios habló a Noé por la primera vez. Sin embargo, ésto no fue el primer pacto que Dios estableció. Cada dispensación ha tenido su propio pacto, empezando con Adán. Ellos no eliminan los pactos anteriores, ellos simplemente añaden más de la gracia de Dios a nosotros.

Cualquier pacto que Dios estableció con la humanidad fue causado por su amor por nosotros, y por nuestra necesidad para su intervención en nuestras vidas. En las -culturas ancianas (la época de Abraham y Noé) el género humano entendió la relación del pacto, y podía relacionarse con Dios a través de él. Los indivíduos y las familias entrarían en un pacto siempre que necesitaban un acuerdo de obligación implícita. Generalmente, si dos familias entraron en un pacto, no estaría debido a fuerzas comúnes, sino por debilidades opuestas. Ellos entrarían en un pacto para ganar la fuerza de la otra familia.

Hay un dicho que dice que menudo "las personas opuestas se atraen". Esta atracción viene de las necesidades y las debilidades que la otra puede cumplir. Si entramos en pacto con alguien que tiene las mismas fuerzas que nosotros, no ganamos nada por el pacto.

Antes de seguir más adelante, es importante que clarifiquemos algo. Cuando dos personas entran en un pacto, ellos se unen en una relación. No solamente una relación superficial tampoco, sino una tan profunda y fuerte como dos personas pueden hacerla. Esto requiere tomar el tiempo para conocer bien a su compañero de pacto. Dios entró en pacto con nosotros. Por consiguiente, Él tiene celos de nuestro tiempo con Él, tiempo que deberíamos desear dedicar para llegar a conocer a Él. Él tomó tiempo para aún contar todos los cabellos de nuestras cabezas (Mat 10:30; Luc 12:7). Es correcto y justo que nosotros reciprocamos y aprender como conocerlo a Él intimamente.

Ahora, antes de que ellos pudieran entrar en este pacto, más negociaciones tuvieron que llevarse a cabo. Simplemente no se podría entrar rapidamente en un pacto. Por lo menos, no si usted fuera muy inteligente. Para poder cumplir la relación del pacto, usted tenía que realmente conocer bien a la otra persona. Lo que fueron sus necesidades, sus gustos y sus aversiones, y incluso sus hechos, y su manera de comportarse. Sobre todo, era importante asegurarse que sus creencias estaban de acuerdo. Si uno se dedicó a Jehovah, y el otro a Baal, entonces no había tierra común. ¿Cómo puede suponer que Dios bendeciría cualquier que es unida en yugo desigual? (2 Corintios 6:14). Es una cosa si la desigualidad sucede después de la boda (cuando uno de los cónyuges sea salvo, y no el otro), pero es algo totalmente diferente cuándo usted camina ciegamente hacia un matrimonio o una relación legal con un incrédulo.

La otra cosa que necesitó discusión era los términos del pacto. ¿Qué estaba trayendo cada familia a la relación? ¿Qué esperaron ellos recibir de ella? ¿Quién iba a ser responsable para hacer todo lo requerido? ¿Cómo iban sus necesidades financieras a ser satisfechas? Éstos eran todos los puntos importantes, y si ellos no fueron arreglados antes del pacto, podrían causar énormes problemas más adelante

Estos puntos no fueron discutidos del punto de vista de lo que cada uno esperaba recibir, sino, lo que cada uno esperaba dar. Recuerde que dijimos anteriormente que un pacto fue una relación. Necesitamos agregar una palabra a esa relación, es "el amor." Explicaremos sobre ésto más tarde. Pero por ahora, simplemente recuerde que el verdadero amor da y no toma. Así cada persona buscaba maneras de ayudar al otro, mientras asegurándose que las necesidades de ambos fueron satisfachas.

¿VIVIENDO EN JASID?

Cuando alguien entra en un verdadero pacto actualmente necesita muy pocas reglas a seguir. Esto es porque la relación esta basada en Jasid. El concepto de jasid es tan central a un pacto que define sus vidas. Cada acción que ellos toman reflejará el haceed que ellos tienen el uno al otro.

¿Qué quiere decir jasid? Usted pregunta bien, el jasid es amor. Pero, no el amor tal como los países latinos y aún en los Estados Unidos lo conocemos. No es, "yo amo mi automóvil, yo amo el chocolate, y yo amo a mi esposa también." Estoy seguro que ha oído las personas diciendo cosas así. Si fuera yo el esposa, no pondría mucha fe en aquel tipo de amor. Además, las personas que dicen tales cosas probablemente aman a su automóvil más que a su esposa.

Desgraciadamente, el jasid realmente no se traduce en español. Sólo tenemos dos verbos (querer y amar) para el amor, mientras que el griego, por ejemplo, tiene cinco; cada uno significa un tipo diferente de amor. La mejor traducción que he encontrada es "un deseo sobreabundante arrollado e irrestible de dar de si mismo, a la otra persona, para su beneficio, sin tener en cuenta el costo a sí mismo,cueste lo que cueste."

Medite sobre eso; ¡realmente es extremadamente poderoso!

¿Ve usted dónde está la prioridad? No es egocéntrica sino enfoque en la otra persona. Busca las maneras y oportunidades de satisfacer a sus necesidades y deseos. Busca oportunidades a dar.

Este tipo de amor no cabe bien en nuestra sociedad "que se ocupa de sus propios intereses." Es un amor totalmente altruisto. Un amor generoso que da totalmente. Un amor totalmente incondicional. Requiere 100%, todo el tiempo, no importa como sea.

¿Cuándo fue la última vez que usted vio a alguien dar de esta manera? "Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno de su vida por sus amigos" (Jua 15:13). Dar su vida no sólo significa la muerte, aunque morir por otro pueden ser una expresión de jasid. Dar la vida es poner las necesidades y los deseos de alguien antes de sus propios. El jasid siempre da.

Cuando Jesús fue a la cruz, Él dio 100%. Sabemos de sus propias palabras que Él no quería ir a la cruz. Pero eso no era de suma importancia en su vida. Él dejó al lado su propia voluntad por la voluntad del Padre. "Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa: pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42). El haceed venció a sus propios deseos. Jesus tenía jasid por el padre, Dios tenía jasid por nosotros.

El haceed es totalmente incondicional. "Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). No había ninguna razón por Dios de amarnos, y no podríamos hacer nada para darle una razón por amarnos. Sin embargo, Él, en su haceed divino nos amó. Nos amó tanto que Él estaba dispuesto ir a la cruz por nosotros.

Puesto que Dios es omnipotente, Él supo que Él tendría que ir a la cruz por nosotros antes de que aún nos creó. Todavía Él está tan lleno de haceed porque "Dios es Amor" (1 Juan 4:8; 16), que Él prosiguió con la creación. Él sabía el costo y estaba dispuesto a pagarlo.

Desgraciadamente, hemos perdido este concepto en nuestra sociedad. Cuando la biblia se tradujo a español y otras idiomas modernos, no había una palabra a usar por jasid. Así que, los traductores sustituyeron "misericordia", "gracia", o "compasion". Ésas son realmente traducciones bien débiles. Por ejemplo: "para siempre es su misericordia" (Sal 136 - varios lugares), no tiene lo mismo impacto como "para siempre es su jasid."

En griego, la palabra por el jasid es "agape". Jesús tenía que mostrar a sus discípulos lo que significó esta palabra. Oh, sí, ellos la tenían en su idioma, pero nadie la había visto demostrada.

Cuando yo empecé a conseguir una comprensión de pacto, busqué a través de mi concordancia por los lugares donde la palabra jasid debería estar. ¡Qué revelación! Habían versículos que había leído antes que se pusieron vivos de una manera nueva y excitante. Yo nunca había entendido que mi Dios tenía un deseo tan sobreabundante de dar de Él para mí. Seguramente, yo había oído que Él me amó, ¡pero no con este tipo de intensidad!

Dios desea mostrarnos su jasid. Como cómplices en su pacto, Él desea que nosotros mostremos jasid el uno al otro, porque Jesús dijo: "Éste es mi mandamiento: os améis los unos a los otros, así como yo os he amado" (Jua 15:12). La palabra por amor aquí es "agape/jasid."

JASID EN MATRIMONIO

Muchas partes de la ceremonia de pacto son incluidos en nuestra ceremonia de boda moderna, aún sin que cualquiera la realize. Por ejemplo, la comida de pacto es la recepción de boda, completo con los compañeros del pacto que alimentan el pan (pastel) y el vino (champán) al uno al otro. Nos reímos sobre cómo ellos untan el pastel en sus caras, ignorando el significado más profundo.

Puesto que el matrimonio es un pacto, debe operar en jasid. Sólo es cuando empezamos a mostrarles jasid a nuestra pareja que empezamos a cumplir los términos del pacto. Debemos morirnos al ego, así como Jesús lo hizo, y como Pablo lo hizo, permitiendo el amor de Dios de manifestar a través de nosotros. "Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gál 2:20).


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