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![]() En alguna ocasión se suscitó una fuerte discusión entre dos amigos, uno creyente en la existencia de Dios y el otro absolutamente incrédulo y ateo. Después de una larga y bizantina discusión, se separaron muy molestos.
El creyente, con el deseo de convencer a su amigo, construyó en una habitación de su casa un planetario, al cual, le invirtió mucho tiempo y dinero para simular el universo en movimiento, en el cual aparecía el sol, los planetas, música sideral, cometas, etc. Lo realizo con tanto cuidado y esmero que cuando uno entraba a esa habitación se sentía flotar en el espacio. Invitó a visitarlo a su amigo ateo, y cuando este último, sorprendido, le pregunto al constructor quien había realizado tan magnífica obra maestra, el creyente le contesto: “Nadie”, a lo cual, por supuesto el otro reclamo: “Oye, no soy ¡tonto! Esto lo debe haber hecho alguien, no creo que se haya hecho solo”. El creyente lo saco de la habitación y, como era de noche lo llevo al jardín de su casa y le dijo: “Mira, observa el firmamento, las estrellas, la perfecta armonía de las fuerzas en movimiento. Sabes, -le dijo finalmente-, toda esta maravilla nadie la hizo”. En ese momento el ateo comprendió que existía un poder superior.
Cuenta la historia que hace mucho tiempo, en una pequeña ciudad del norte de Italia un hombre caminaba con una lámpara de aceite encendida Era una noche muy nublada y la luna estaba totalmente oculta El hombre caminaba y caminaba, de un momento a otro se encuentra con un viejo amigo que pasaba por el lugar que el transitaba El amigo al verlo lo saluda y le pregunta: Hola celemin, ¿que haces con esa lámpara en la mano si tú no puedes ver ? Entonces, el ciego le responde: Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí… No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan ver Antes de iluminar el camino de los demás, es mejor iluminar nuestro propio camino primero para ver bien por donde andamos, pero eso no quiere decir que no podamos hacer un esfuerzo por iluminar la vida de otros cuando ya nosotros conocemos el camino por donde ellos apenas van a transitar. Mateo 5:14 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” ....
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