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QUEDA PROHIBIDO. ¿ Qué es lo verdaderamente importante?, busco en mi interior la respuesta, y me es tan difícil de encontrar. Falsas ideas invaden mi mente, acostumbrada a enmascarar lo que no entiende, aturdida en un mundo de falsas ilusiones, donde la vanidad, el miedo, la riqueza, la violencia, el odio, la indiferencia, se convierten en adorados héroes. Me preguntas cómo se puede ser feliz, cómo entre tanta mentira se puede vivir, es cada uno quien se tiene que responder, aunque para mí, aquí, ahora y para siempre: queda prohibido llorar sin aprender, levantarme un día sin saber qué hacer, tener miedo a mis recuerdos, sentirme sólo alguna vez. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quiero, abandonarlo todo por tener miedo, no convertir en realidad mis sueños. Queda prohibido no demostrarte mi amor, hacer que pagues mis dudas y mi mal humor, inventarme cosas que nunca ocurrieron, recordarte sólo cuando no te tengo. Queda prohibido dejar a mis amigos, no intentar comprender lo que vivimos, llamarles sólo cuando les necesito, no ver que también nosotros somos distintos. Queda prohibido no ser yo ante la gente, fingir ante las personas que no me importan, hacerme el gracioso con tal de que me recuerden, olvidar a toda la gente que me quiere. Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo, no creer en mi dios y hacer mi destino, tener miedo a la vida y a sus castigos, no vivir cada día como si fuera un último suspiro. Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme, olvidar los momentos que me hicieron quererte, todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse, olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente. Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen más que la mía, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha, pensar que con su falta el mundo se termina. Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida, no tener un momento para la gente que me necesita, no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.
Alfredo Cuervo
Quédate con tu tenedor Había una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado sólo tres meses de vida. Así que empezó a poner sus cosas "en orden". Contactó a su sacerdote y lo citó en su casa para discutir algunos aspectos de su última voluntad. Le dijo qué canciones quería que se cantaran en su misa de cuerpo presente, qué lecturas hacer y con qué traje deseaba ser enterrada. La mujer también solicitó ser enterrada con su Biblia favorita. Todo estaba en orden y el sacerdote se estaba preparando para irse cuando la mujer recordó algún muy importante para ella. - Hay algo más, dijo ella exaltada. - Qué es?, preguntó el sacerdote. - Esto es muy importante, continuó la mujer. Quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha. El sacerdote quedó impávido mirando a la mujer, sin saber exactamente qué decir. - Eso lo sorprende o no? preguntó la mujer - Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la solicitud, dijo el sacerdote. La mujer explicó: - En todos los años que he asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos del platillo principal, alguien inevitablemente se agachaba y decía, "Quédate con tu tenedor". Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor estaba por venir... como pastel de chocolate o pastel de manzana. Algo maravillosos y sustancioso! Así que quiero que la gente me vea dentro de mi ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten: "Qué onda con el tenedor?" Después quiero que usted les diga: "Se quedó con su tenedor porque lo mejor está por venir." Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba a la mujer despidiéndose. El sabía que esta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la mujer tenía un mejor concepto de la esperanza cristiana que él mismo. Ella sabía que algo mejor estaba por venir. Durante el funeral, la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor puesto en su mano derecha. Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta: "Qué onda con el tenedor?". Y una y otra vez sonrió. Durante su mensaje, el sacerdote le platicó a las personas la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de morir. También les habló acerca del tenedor y qué era lo que significaba para ella. El sacerdote les dijo a las personas cómo él no podía dejar de pensar en el tenedor y también que probablemente ellos tampoco podrían dejar de pensar en él. Estaba en lo correcto. Así que, la próxima vez que tomes en tus manos un tenedor, déjalo recordarte que lo mejor está aún por venir. ¿Una mujer fuerte, o una mujer de fortaleza? ¿QUIÉN MATÓ AL AMOR? Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y Si quiere salvar tu matrimonio huye pronto de la rutina Algunas sugerencias: 1. Llama a tu pareja siquiera una vez en el día 2. Llévale un detalle (una Rosa) de vez en cuando 3. Invítala a comer fuera 4. Recuérdale cuanto la quieres, y lo hermosa(o) que esta
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