No te Aflojes Nunca
No Te Aflojes Nunca
Llevando carga tan pesada,
Mi espíritu se desmayaba;
Se puso a ondular mi fe,
En el camino me fluctué.
Con tierna voz en dulce amor
Me vino hablando el Salvador:
"¿Qué significa esto, amado?
¿Por qué tú andas aflojado?"
¿Qué me pasaba realmente?
No supe yo, primeramente.
Por la Palabra fui labrado;
¿Por qué anduve aflojado?
Mi corazón lo escudriñé,
También el modo en que gasté
El tiempo; y hallé en descuido
Mi devoción a lo divino.
El lunes ocupado andaba;
El tiempo no me alcanzaba;
Ni tiempo para orar hallé;
Un día de carreras fue.
El martes mucho me dormí,
Entonces apurado fui,
Fue hora de la cita ya;
No tuve tiempo para orar.
Pasé con prisa el miércoles,
Para asistir el culto, pues,
El tiempo para orar faltó;
Así mi dios se entristeció.
Y en el culto, cuando oraba,
Mi mente siempre divagaba,
Con planes para el otro día;
La voz de Dios no la oía.
Me desperté el viernes con
La mente en una confusión
Pues Satanás me enredaba;
Mi Padre no se arrimaba.
Así, habiendo él preguntado,
"¿Por qué andas aflojado?"
Con gran dolor reconocí
Que realmente fue así.
Entonces me arrodillé
Con lágrimas, y confesé
Mis culpas y mi omisión,
Después, obtuve Su perdón.
Le prometí que fiel sería,
Sin flojarme, ni por un día.
No quiero tanto atarearme
Que a Dios no pueda dedicarme.
A unos el perdón pedí,
Pues en mi prisa les ofendí.
Me amaban, mas ya hecho fue
El daño que yo les causé.
Por mi descuido y caída
Mis amados Padecían
Dios, quiero ser fiel y veraz,
Sin aflojarme yo jamás
María Loida
"Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?
Así que no se preocupen diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿Qué beberemos? o ¿Con qué nos vestiremos?
Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas".
Mateo 6: 25-34