Los habitantes de Roma lo creían tener todo, por lo tanto Pablo haría su mejor esfuerzo por enseñarles una nueva y mejor forma para obtener la victoria. Pero como hablarles de victoria si el llagaba en condición de preso, había pasado por un naufragio, en verdad que el solo no podría convencer a ese nuevo mundo que se le presentaba, necesitaba la ayuda del espíritu Santo, hoy en día no es nada diferente, muchas veces nos tenemos que enfrentar a personas que lo creen tener todo, ¿cómo llevarles a ellos la palabra de Dios?, si muchas veces no tenemos ni la milésima parte de todos los bienes que ellos tienen. Al igual que pablo lo único que necesitamos es llevarles la palabra de Dios y dejar que el Espíritu Santo haga el resto, el es el único que los puede convencer. Habían en Roma personas que ya eran conocedoras, por eso pablo les empieza a enseñar a ellos como conseguir la victoria, para que después ellos puedan conquistar esa región para Cristo. Como seria esa marcha a la victoria, veamos algunas recomendaciones de Pablo. 1. Llamados a ser santos: Santo significa apartado de, para: es decir apartado del mundo para Dios, Pablo no quería que esa nueva iglesia naciera con vicios desde su comienzo. hoy en día muchas iglesias falsas, es decir un poco de mundanos hablando de Cristo, esto es favorable para Satanás, porque de esta forma aun los escogidos serán confundidos, cada vez que un verdadero cristiano ve esto el también quiere hacerlo, es decir vivir una vida de tibieza. V 7 “a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” 2. Orgullosos del evangelio: lo contrario a estar avergonzado es estar orgullosos, en un lugar donde todos se sienten confiados de lo que tienen, es necesario estar muy seguro de lo que uno tiene para poder ofrecerlo y tratar de que ellos dejen lo que tienen por lo que le estamos ofreciendo. V 16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” 3. Creer que el evangelio tiene poder: la palabra de Dios no es solo palabrería, es poder, la palabra de Dios es viva, y eficaz, la palabra de Dios no regresa vacía, tiene el poder de transformar vidas, una persona se puede leer la mejor y más costosa enciclopedia del mundo, esta si acaso lo que hace es llenarlo de conocimiento, pero la palabra de Dios, puede ser un ejemplar de los más económicos del comercio, tiene el poder de transformar vidas. 4. Para que Dios nos lleve a la victoria a través del evangelio es necesario que tengamos fe. En el mundo espiritual todo es posible a través de la fe, por eso los discípulos lo que más le pedían a Jesús era que les aumentara la fe, para el que cree todo es posible. V 17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” La biblia nos relata la historia de un hombre que tenía un hijo enfermo, el fue y le dijo a Jesús, que si lo podía sanar, y Jesús le respondió que si él podía tener fe, el hombre comprendió que el problema no estaba en Jesús, sino en él, y por lo tanto cambio su oración y lo que pidió fue Jesús ayúdame en mi incredulidad, es decir aumenta mi fe. Marcos 9: 24 El enemigo de la fe es el razonamiento, cuando nosotros queremos analizar la palabra de Dios, terminamos debatiendo con ella y muchas veces despreciándola, el razonamiento nos lleva a no glorificar a Dios, y por lo tanto tampoco le damos gracias a el por todo lo que tenemos. Conclusión: lo único que puede transformar nuestras vidas es el verdadero evangelio dirigido por el espíritu santo, una iglesia sin el espíritu santo es una iglesia mundana. V 28-30 “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; Hay muchas personas e iglesias que conocen la verdad, pero prefieren pecar, las personas por que de esta forma se sienten felices, y las iglesia porque de esta forma logran su propósito de llenar templos. V 32 “quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican” |
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