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EL SECRETO PARA TRIUNFAR
Noviembre- 12- 2009. Hechos 20:7-38
	Dos ranitas iban por el campo muy entretenidas conversando, no se dieron cuenta de un hueco que estaba en el camino y cayeron en la parte más profunda. Muy desesperadas empezaron a brincar tratando de salir, pero por mucho que se esforzaban no lo podían conseguir, otras ranas que estaban afuera les gritaban: dejen de brincar nunca van a salir, nadie antes lo ha logrado.

Efectivamente miraban a su alrededor y lo único que encontraban era esqueletos de otras ranas que ya habían muerto en ese hueco. Pero ellas desesperadas seguían brincando, y las ranas de afuera les seguían gritando que no brinquen mas, total nunca iban a salir, una de ellas les escucho y dejo de brincar, al poco tiempo ya estaba muerta, la otra por lo contrario mientras más le gritaban que no brinque mas brincaba, hasta en un último esfuerzo brinco tanto, que salió corriendo de ese hueco, y las demás la llamaban y ella seguía corriendo pues no las podía escuchar porque era sorda. Ella nunca escucho cuando le gritaban que no podía hacerlo ella cuando las veía manotear creía que la estaban animando.

Muchas veces solo nos preocupamos por nuestros triunfos humanos, sin darnos cuenta que nuestros triunfos en la carne, de alguna manera están ligados a nuestros triunfos espirituales, la palabra de de Dios dice: Lucas 12:31 “Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.”. si queremos tener triunfos en nuestra vida es necesario tener en cuenta lo siguiente:

Tener un propósito: la ranita tenía un propósito, salir de ese hueco, en nuestra vida humana debemos tener un propósito, que queremos hacer, si sabemos que es lo que queremos hacer, vamos a saber cuánto hemos avanzado con relación a ese propósito. En la vida espiritual igual debemos tener un propósito, y ese propósito es la Salvación y la vida eterna.

Esforzarnos: no basta con solo tener un sueño, o un propósito, es necesario esforzarnos por conseguirlo, Dios le prometió a su pueblo una tierra que mana leche y miel, pero también les dijo que deberían ser esforzados y valientes para poderla conseguir.

No relajarnos por pequeñas victorias: la ranita por mucho que en algunas veces ya casi salía, no se detenía, ella seguía intentando cada vez con más fuerza. muchas veces los grandes milagros para los hombres, son pequeñas victorias para Dios, comparado con las grandes cosas que él tiene para nosotros. Pablo tuvo una gran oportunidad para jactarse, Dios a través suyo hizo un gran milagro resucito a un joven. Hoy en día, ese milagro hubiera servido para que muchos siervos de Dios lo anden contando por todo el mundo, así el milagro haya sucedido hace ya muchos años. V 10 “Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo” .En cambio Pablo cuando tuvo que viajar lo que hizo fue explicarles algunas cosas tales como:

Que  las cosas buenas cuestan: pablo les quería hacer entender que servirle a Jesucristo no solo seria milagros, fama, cosas ricas, también tendría momentos de dificultad, para poder conseguir lo que estaba esperando la tan anhelada Salvación y Vida eterna. V 17-23 “Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. 
20:18 Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, 
20:19 sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; 
20:20 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, 
20:21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. 
20:22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; 
20:23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. 

Siempre van haber ataques: la ranita siempre tuvo ataques, no saltes, no vale la pena, tú no puedes, en nuestra vida también hay ataques, para que vas, no cambias, sigues enfermo, te veo peor, y muchas veces esos ataques provienen de personas que pertenecían a nuestra misma iglesia. V 29-30. “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. 
20:30 Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”

¿Dónde está el secreto para el triunfo? : Pablo tenía dos grandes secretos para mantenerse siempre victorioso.

1.    Velar, Orar: el secreto de pablo es que era un hombre de mucha oración el sabia que la oración tiene poder. V 31 “Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno”

2.    No hacer caso: la salvación para la ranita fue en que ella no escucho a sus opositores, todos en algún momento podemos tener problemas, ataques de personas no creyentes, o falsos creyentes, pero lo único que puede evitar que caigamos, tal como quiere el enemigo es no haciéndoles caso, si tu esposo(a) todavía no cambia y te hace la vida imposible simplemente no le hagas caso y deja que sea Jesucristo quien pelee por ti. V 24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”

Para Pablo la vida era como una carrera donde el que gana es el que es capaz de sortear todos los obstáculos que en el camino se le presenten, Pablo tenía un motivo para vivir, su vida era útil, no solo luchaba por su salvación, también se esforzaba para que otros fueran salvos, hay personas que creen que servirle a Dios es tener cargos dentro de la iglesia, servirle a Dios es quitarle almas al diablo a través de la evangelización.

Conclusión: que hermoso seria que al final de nuestros días podamos decir lo que dijo Pablo. 2 Timoteo 4-7 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 
4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

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