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EL PODER DE LA SUJECION
Marzo- 4- 2010. Romanos 13: 1- 14
	Dios es quien hace los milagros, pero él quiere enseñarnos, la forma  de cómo obtenerlos. Lo primero que Dios quiere hacer es transformar nuestra forma de vivir a través de renovar nuestra manera de pensar, (Romanos 12: 2). Cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos, los pensamientos son la parte consiente de nuestro cerebro, y son los únicos que llagan y dan ordenes al  subconsciente. A través de la glándula pituitaria.

La glándula pituitaria está ubicada en la base del cerebro,  ella segrega hormonas que controlan casi todo el funcionamiento del cuerpo y lo único que a ella llega son los pensamientos, a través de los pensamientos negativos ella segrega sustancias toxicas que envenenan el cuerpo, causando en el, diferentes tipos de enfermedades; los pensamientos positivos hacen que esta glándula segrega sustancias que vitalizan el cuerpo y lo sanan de muchas enfermedades. Dios es perfecto y nos hizo un cuerpo perfecto.

Si queremos ver milagros en nuestra vida es necesario que aprendamos a cambiar nuestra manera de pensar.

1.     Llama lo que no es como si fuera. Romanos 4: 17 “(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen” yo estoy sano, yo soy feliz, yo tengo plata. Etc.

2.     El débil diga fuerte soy. Joel 3:10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy” el enfermo diga sano estoy, el endeudado diga libre de deudas soy. Etc.

3.     El poder está en nuestra lengua. Proverbios 18: 21. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, 
Y el que la ama comerá de sus frutos” lo que nosotros declaremos con convencimiento de eso recibiremos

Solo si cambiamos nuestra manera de pensar, podremos entender el concepto de Fe, Hebreos  11: 1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”

Fe es mucho más que simplemente desear algo, fe es estar totalmente seguro que lo voy a obtener, aunque no lo vea.

Muchas veces creemos que para conseguir un milagro solo es necesario creer en Dios, pero además de eso es importante que estemos bajo su sujeción.  Romanos 13: 1-2 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 
13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”

La sujeción nos reviste de autoridad y poder. Santiago 4: 7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”

La desobediencia es algo detestable para Dios, más que la hechicería. 1 Samuel 15: 22-23 “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 
15:23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey”

A Dios no le agrada que le obedezcamos por temor al castigo, o que lo hagamos por interés del milagro, hacerlo por cualquiera de las dos razones no sería obediencia. V 5 “Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia” la conciencia es ese sentimiento que nos dice que está mal, o que está bien, la conciencia nos lleva hacer las cosas por amor. V 10 “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor”

La obediencia nos lleva a la salvación, y la vida eterna. V 11 “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”

Conclusión: el tiempo pasa dejemos de dormir, pronto vendrá Cristo, si lo que estamos cosechando el día de hoy no es de mi agrado, es hora de cambiar lo que estamos sembrando, nuestra manera de pensar, nosotros somos el resultado de lo que pensamos, si quieres un milagro, anhélalo, decláralo, el milagro comienza en tu mente, y se refleja en la vida externa.