Hay una mentira del diablo, acerca de que si alguien está en Cristo no puede tener sufrimientos, hágase cristiano y pare de sufrir, hay muchas personas que consideran que los problemas o las enfermedades son la evidencia de la ausencia de Dios, y creen que donde esta Dios no hay problemas. Protección de Dios: Jehová de los ejércitos nos conoce muy bien y sabe que a los seres humanos nos es difícil manejar la confianza, cuando alguien nos da confianza pronto empezamos a caer en el irrespeto. Pablo tenía mucha confianza con Dios, por eso el le dejo un aguijón en su cuerpo, es decir un sufrimiento que le demarcaría el límite entre pablo y Dios. V 7 “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera” La palabra no nos dice cual era su aflicción en el cuerpo. Algunos dicen que era una enfermedad en los ojos (le supuraban materia), otros dicen quera era una debilidad que el tenia, Dios no dejo nada claro para que de esta forma le pudiéramos dar cualquier aplicación. Lo único cierto es que pablo siendo un gran siervo de Dios a pesar de cómo era él y como era su relación con Dios, también en su cuerpo sufría una enfermedad que Cristo no se la quiso quitar y esto para nada significaba que Dios no estuviera con pablo. Igualmente hoy cualquier cristiano puede sufrir dificultades económicos o de salud y esto no significa que este mal con Dios. Cristianos insatisfechos: un empleado empieza a sentirse insatisfecho cuando considera que sus patrones lo están explotando y que no recibe lo que en verdad merece, de esta forma desmejora su trabajo. Cuando alguien llamado cristiano cree que Dios no le está dando lo que merece, tilda a Dios de injusto y siempre está insatisfecho es decir desanimado; si alguien trabajara sin esperar nada a cambio, entonces cualquier cosa que reciba sería de gran valor. Si nosotros entendiéramos que nada tenemos ganado que estábamos perdidos y que ahora somos salvos por la pura misericordia de Dios, no fuéramos tan exigentes, y cualquier cosa que Dios nos dé seria ganancia, incluyendo la muerte, así como lo pensaba pablo. Paraqué dejo Dios un aguijón en la carne: 1. 1. Para no vanagloriarnos: cuando Dios nos da todo lo que le pedimos nos volvemos orgulloso y ya no le damos la gloria a él, y creemos que los hombres somos los súper dotados. 2. 2. Para demostrar nuestro amor: V 10. “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” Cuando todas las cosas están a nuestro favor es muy difícil demostrar nuestro amor, ya que se puede confundir con interés. 3. 3. Para ser fuerte espiritualmente: las dificultades me obligan a no alejarme de Dios, la comodidad nos hace exigentes, y desagradecidos. Si tú quieres recibir milagros dentro de la voluntad de Dios, los puedes recibir, para tener un milagro lo único que se necesita es tener fe. V 12 “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros” Los milagros no dependen del lugar, del pastor, o de las cosas que se hagan, sino de la misericordia de Dios, y de la fe que tengamos, hay enfermedades como las de pablo. Que, ore quien ore, Dios no se la quita porque no hace parte de su plan. V 13 “Porque ¿en qué habéis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? ¡Perdonadme este agravio! ” Conclusión: Dios nos da cosas incluyendo los milagros, por su misericordia, no porque tengamos derecho a ello. Cuando un cristiano tiene más expectativas que conocimiento y fe, por lo general siempre va a quedar insatisfecho con lo, que recibe, porque cada vez va a querer mas, y más. Una persona que cree que no merece nada, cuando recibe algo queda satisfecho; si nosotros los cristianos entendemos muy bien que estábamos condenados y que por amor, Cristo entrego su vida para hacernos salvos, y que no merecemos nada por nuestra propia fuerza, ese día seriamos agradecidos con Dios y viviéramos felices con lo que Dios nos da. Bástate con mi gracia. V 9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” Bástate con lo que te he dado. |
|